4 de enero de 2010

El mejor de América


Juan Sebastián Verón pudo ser un extraordinario gerente. Si hay algo que Verón domina es la calidad total. Este año, el volante argentino superó las normas ISO para conducir a su equipo al triunfo en la Copa Libertadores, la primera que Estudiantes de La Plata conquistó desde 1970. Verón, apodado ‘La Brujita’ por cuestiones hereditarias (su padre, Juan Ramón Verón, alias ‘La Bruja’, fue la estrella de Estudiantes en los años 60), fue nombrado el empleado del mes o, mejor dicho, el mejor jugador del torneo.

Lo que mostró Verón, ya con 34 años en la cédula, no ha sido diferente a lo que mostró desde su debut profesional en 1993, aunque ahora fue decisivo. Se trata de un organizador, un doble cinco que reparte balones con la misma precisión que tiene Bill Gates en sus planes de negocios. Además, es un excelente rematador con pelotas quietas, aunque su mayor virtud es el liderazgo. Si Estudiantes fuera un bote de remos, con Verón tomando el megáfono llegaba desde el Río de la Plata a Sudáfrica en un solo día.

A propósito, Verón tiene gran parte del mérito en la clasificación de Argentina al Mundial de 2010. Cuando todo se derrumbaba y el DT Diego Maradona perdía el control del equipo, Verón transmitía la calma en un camerino repleto de dudas, frustración y peleas. Verón sobrevivió a todos los recambios que aplicó Maradona en la búsqueda de un once ideal porque, sin ‘La Brujita’, no habría referente.

Por todo esto, Verón se impuso, por segunda ocasión consecutiva, en la elección anual del diario El País de Montevideo al mejor jugador de América, en una encuesta que involucró a los periodistas especializados de todo el continente.

El año anterior fue polémica su designación, pues Liga de Quito había ganado la Copa Libertadores mientras que Internacional de Porto Alegre se quedó con la Sudamericana, con lo cual Verón no tenía títulos internacionales que exhibir. Su talento al servicio de su club, entonces campeón argentino, fue su argumentación para superar a José Fco. Cevallos, Enrique Vera y Damián Manso, los astros de la ‘U’.

Pero ahora no hay duda. El chileno Humberto Suazo no podía competir con su título en México y sus cinco goles en este año para Chile, no todos decisivos. El ecuatoriano Édison Méndez llegó a medio año a Liga. No podían ganarle a un jugador que, en lugar de escuchar de su padre Pulgarcito cuando era niño, escuchaba las hazañas de Estudiantes, no para dormir, sino para soñar con ser una estrella de fútbol.


Fuente: Diario El Comercio

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